Experiencia de “Memorias compartidas” aplicado al “Spain Today. Historia, política y economía española (1939-2024)”
Para este curso conté con dos aliadas con quien firmé acuerdos de colaboración: Paco Gómez Nadal, coordinador general de la Universidad Permannete, UNATE y María Bella, concelleira de Cultura, Benestar, Igualdade e Muller no Concello de Corcubión 2023-25)
Contexto general del curso
Alguien me preguntó una vez, “¿por qué complicarte la vida organizando un proyecto de diálogo transatlántico?” La respuesta no se hizo esperar; como decía el historiador Howard Zinn, “porque cuando no te cuentas, te cuentan”.
Aplicar la metodología de “Memorias Compartidas” a este curso de Historia responde a una necesidad académica de hacer justicia epistémica abriendo el concepto de Historia oficial al testimonio oral de quienes vivieron la Historia.
En el caso español, la forma franquista de hacer historia ha consistido fundamentalmente en prolongar los las borraduras y silencios con el fin de no hacer justicia así como en fabricar ignorancia eliminando y censurando todo aquello que pudiera interrumpir la autoridad del relato oficial. La Historia de España está hecha de ausencias legalizadas y acordadas; su expresión resulta en un discurso monolítico que continúa hoy porque en la famosa Transición tampoco ni se reclamó la revisión histórica ni se levantaron tribunales de justicia, verdad y reparación. La impunidad ha sido la clave del éxito franquista y de la Transición y por eso en el curso ha habido un énfasis importante en la importancia de analizar con rigor no solo documentos, testimonios y legados; también se incorporó el trabajado de Asociaciones ciudadanas como la ARMH o Unha Gran Burla Negra que vienen trabajando en esta dirección, así como materiales culturales nacido al calor del recuento de esta Historia.
A veces el mejor antídoto contra la desmemoria y la ignorancia es yuxtaponer el archivo de la memoria disidente al de la documentación oficial; en este sentido, me pareció esencial abrir un espacio para que quienes padecieron esas etapas de la historia en carne propia pudieran contarnos cómo leían los documentos producidos por la oficialidad. La inclusión en el curso de esos testimonios significó también aceptar el desafío que supone la expresión de experiencias en desacuerdo, la enunciación de lecturas moralizantes o condenatorias, la eventualidad de los imprevistos, el desencuentro de posiciones ideológicas enfrentadas, o la descentralización y pérdida del control en el aula.
Con el proceso revisionista histórico buscaba no solo sanear el relato histórico sino también crear un tiempo para que cada participante aprendiera a interpretar e identificar las posiciones ideológicas y morales desde las que cada cual se expresaba y opinaba sobre los acontecimientos estudiados.
Junto a una rigurosa relectura crítica del relato oficial la metodología empleada permitió el encuentro respetuoso de personas que no comparten una misma visión histórica. En el marco de un presente atravesado por guerras culturales, políticas identitarias y de cancelaciones, polarizaciones y estados de latente desmemoria, el aula es más que nunca un territorio de conflicto y nuestra labor como educadoras no es evitarlo sino encararlo con metodologías apropiadas.
Debo decir que, no sin algunas dificultades, a lo largo de estos encuentros logramos un diálogo respetuoso y un espacio de intimidad donde poder articular una razón crítica, rica en matices, y donde el testimonio oral, la pregunta y la memoria personal compartieron su protagonismo con la documentación oficial. Por su parte, del encuentro de personas de diferente generación y cultura nacieron los vínculos necesarios para tejer un espacio de confianza. Y en este proceso hecho de tiempo y palabra confiada brotó el efecto transformador del curso al convertir a todas las participantes en testigos responsables del legado de una Historia viva.
A través de esta serie de encuentros en zoom, unas y otras participantes aprendieron a valorar su papel y función dentro de un continuo debate al tiempo que comprendieron el peso que la desmemoria, las borraduras o la censura tienen en la articulación social y política del presente. De repente, este grupo de personas se reconoció como parte de una geografía humana y el legado vital se tornó herencia y también semilla para el mañana.
Algunas semillas sembradas en el proceso.
Soy una convencida de que cada intervención pública, cada clase es un acto de siembra. Una nunca sabe dónde caerá la semilla o si, en efecto, esta dará fruto. Siempre he creído que quienes siembran y quienes enseñamos, en realidad compartimos un mismo trabajo fundamentado en la fe en el efecto potencial de una semilla preñada de posibilidades. La ideación de este proyecto me llevó a imaginar toda una serie de frutos; algunos quizá están en camino de ser, otros se materializaron ante mi mirada. A continuación, doy cuenta de algunos de ellos:
Desarrollo de una conciencia histórica crítica
Uno de los objetivos de este curso tenía que ver con mostrarle a un grupo de personas no solo la importancia de saber Historia, sino también de reconocer el peso que ese mismo conocimiento tiene en la configuración y comprensión de la biografía colectiva y de la propia. La escucha y la investigación también nos invitó a hacernos cargo de algunas verdades históricas molestas.
Enseñar a otras personas a analizar críticamente la construcción del relato histórico llevó directamente a realizar ejercicios de desmontaje por los que asomaron esos fantasmas, mitos, duelos inconclusos o mentiras oficiales. Utilizando como ejemplo el caso español, aprendimos a prestar atención a todo eso que sucede cuando se yuxtapone la narración oficial al recuento oral de experiencias personales. Este proceso fue clave no solo para esclarecer lo que no cuenta la Historia reciente española sino para analizar el por qué no lo hace y las consecuencias que ese justo recuento tendría en el hoy, en el aquí y en el ahora.
El grupo de co-educadoras estuvo invitado a leer y a ver los materiales seleccionados para el curso; por su parte el grupo de estudiantes tenía la tarea semanal de preparar un guion de preguntas para encarar cada conversación.
El total de los encuentros permitió que se fuera comprendiendo la historia de un país desmemoriado que aún tiene pendiente la tarea de hacer justicia, de reparar a sus víctimas y de enunciar la verdad. Unas y otras fueron descubriendo los puntos ciegos de la historia y, debo añadir, que ambas partes se descubrieron en momentos de sorpresa, de desasosiego, de rabia, de desencuentro y en un común deseo de hacer justicia en nombre de la dignidad.
Desmontar la Historia repolitizándola y humanizándola
Todas las personas participantes dispusieron de un tiempo de lectura y de preparación que permitió una reflexión profunda sobre cada tema asignado. Hice coincidir cada uno de los temas con las etapas biográficas de las co-educadoras de Unate y de Corcubión. De este modo, el recuento de documentos oficiales se realizó paralelamente al recaudo de recuerdos biográficos, locales y nacionales. No se trataba de sentimentalizar la Historia sino de analizar con detenimiento las causas estructurales de los vacíos, borraduras y cancelaciones atendiendo a su despolitización y al lastre de su moralización e ideologización. Asimismo, fue importante esclarecer que, en ocasiones, la variedad de memorias sobre un mismo hecho no significaba de ningún modo que fuéramos adoptar una posición de equidistancia respecto de lo ocurrido. Los crímenes quedan al descubierto ante la documentación de esos otros testimonios que nunca llegaron a ver la luz y que hoy están más presentes que nunca gracias al trabajo de Asociaciones como la Asociación por la Recuperación de la memoria Histórica (parte activa de este proceso-proyecto en distintos momentos del curso).
Fue hermoso leer que para algunas de las co-educadoras estas conversaciones fueron la primera vez que hablaban en voz alta de sus experiencias. Algunas personas escribieron que gracias a estos ejercicios de compartir con estudiantes luego pudieron hablar con sus propias familias sobre lo vivido y lo padecido. Se dieron cuenta de lo importante que era hacer historia en su propio hogar o comunidad. Por último, este espacio de co-educación resultó en momentos catárticos donde se enunciaron por primera vez emociones que habían estado tiempo guardadas. La conversación fue entonces un lugar de trabajo emocional personal.
Descubrir la importancia del conocimiento “situado”
Otro de los objetivos de este proceso-proyecto tenía que ver con pensar la diversidad de saberes que participan en la configuración de cualquier conocimiento crítico del pasado. En un momento donde el saber histórico parece no tener importancia—como me recuerdan mis estudiantes, hoy todo es Googleable—, “Memorias Compartidas” quiso enfatizar la importancia de conocer en profundidad las hechuras de la Historia. La memoria, el testimonio y la documentación se ubicaron en un mismo nivel como fuentes de trabajo del quehacer revisionista histórico.
Me consta además que estas conversaciones tuvieron su efecto en las comunidades que habitan las co-educadoras. Varias personas escribieron en sus evaluaciones que este recuento biográfico les había permitido esclarecer muchos de los acontecimientos vividos y entenderlos por lo que realmente se pasó. Si la salud democrática de un país se pudiera medir por el conocimiento histórico atesorado por la ciudadanía, entiendo que este tipo de procesos solo puede ayudar a fortalecer su desarrollo.
El valor de la experiencia vital
Otro de los objetivos del proyecto tuvo que ver con subrayar la importancia de la experiencia vital como fuente de saberes necesarios para encarar la vida en sus diferentes etapas biográficas. En nuestro marco de conversaciones intergeneracionales este tipo de saberes se fue apilando de forma muy natural. De hecho, fueron muchas las ocasiones en que la conversación se convirtió en escenario donde las dudas y las preguntas sobre una diversidad de situaciones se fueron subsanando con consejos de parte de las personas más mayores. En muchas ocasiones, las co-educadoras pasaron de ser testigos de la Historia a consejeras y mentoras.
Tras leer los comentarios de la gente más joven, estoy convencida de que el encuentro intergeneracional también funcionó como antídoto contra el edadismo sistémico vigente. El grupo de estudiantes reflexionó en varios de sus comentarios sobre la idea de que la jubilación no puede ser sinónimo de invalidación de la sabiduría que atesora una persona. Para muchas de estas personas jóvenes conocer a personas jubiladas supuso tomar por primera vez conciencia de la importancia de escuchar a personas más mayores hablar de su experiencia vital. También aprendieron a pensar en los retos que supone envejecer en un sistema que expulsa todo aquello que no resulta productivo en términos capitalistas.
Pensando en las ventajas de aprender acompañadas de quien recorrió más camino, se me ocurre el diseño de un programa de mentoría que fácilmente podría adaptarse al sistema de educación pública para mejorarlo.
Repensar el arte de conversar
Por último, con este proyecto-proceso pretendí poner en valor al arte de la conversación como lugar para la práctica democrática del intercambio de posiciones y puntos de vista que muchas veces no se alinean con los propios. Me pareció importante dedicar tiempo a pensar las preguntas que se hacían prestando especial atención al peso de las categorías fijas y de los estigmas que limitan la expresión y la escucha hospitalaria.
Confirmé que la verbalización respetuosa de las diferencias abonó una tierra de cultivo para el ejercicio práctico del intercambio democrático. Ha sido muy gratificante observar cómo las personas involucradas se dieron la oportunidad de participar en conversaciones desafiantes e incómodas. Pensando en sus comentarios, creo que estos encuentros sirvieron para que cada cual descubriera las matrices ideológicas que estructuran su propia forma de pensar, su conocimiento tácito de la realidad o su propia visión de la Historia.
En las evaluaciones semanales el grupo de participantes coincidió en enfatizar lo importante que había sido participar de estas conversaciones tanto para su crecimiento intelectual como para su desarrollo personal. A través de esta serie de intercambios, las participantes no solo adquirieron una serie de conocimientos históricos, también aprendieron a valorar las conexiones intergeneracionales y a conversar con quienes pensaron que nunca se hubieran sentado a la mesa.
En palabras de las personas participantes o personas más jóvenes
A continuación, he transcrito algunos de los comentarios del grupo de mis estudiantes. Les pedí permiso para hacerlos públicos. Estos comentarios se escribieron anónimamente y tras haber terminado el curso. Los leímos con las co-educadoras en grupo en el encuentro que tuve en Santander y en Corcubión en el mes de julio 2024. En este encuentro realizamos una evaluación conjunta del proceso y celebramos los logros con la entrega de un certificado de co-educación.
Preguntas de Palmar en la evaluación final del curso
¿Qué te ha parecido la herramienta de las conversaciones como parte de un curso de Historia?
“Al principio era bastante escéptico, ya que pensaba que mi español era demasiado pobre para mantener una conversación por una hora, pero al final ha sido lo mejor de la clase.”
“Creo que es muy interesante escuchar sobre el aspecto personal de la historia; en lugar de solo aprender fechas y hechos; hemos podido aprender cómo los hechos estudiados realmente afectaron a las personas y cambiaron vidas. Me ayuda a recordar mucho más los temas después de que he escuchado cómo son parte de la vida de las personas.”
“Es realmente genial porque no toda la historia está cubierta en los libros de historia y he aprendido muchas cosas de la gente que ni siquiera se cubrieron en clase. Realmente hace que la historia sea más humanizadora.”
“Creo que esta actividad es una forma muy valiosa de conectar con personas que vivieron la historia.”
“Creo que las entrevistas con los co-educadores españoles son una forma fantástica y única de aprender sobre los principales acontecimientos de la historia de España.”
“Creo que tener conversaciones es una de las mejores maneras de aprender sobre una persona o sobre su entorno. He podido comprender mejor los pensamientos, sentimientos y comportamientos de una persona que ha vivido los traumas de los últimos 60 años en España. Hablar y hacer preguntas a personas que han tenido experiencias de primera mano de las condiciones de España es como hacer tu propia investigación.”
“¡Me encanta! Me siento mucho más enfocado en el material al tener acceso a conversaciones con personas que han vivido los eventos que estamos discutiendo.”
“Creo que es realmente genial escuchar experiencias personales que se relacionan con la historia que estamos aprendiendo en clase. Humaniza las ideas y eventos que estamos discutiendo en clase al escucharlo de una persona que lo experimentó de primera mano. También agrega diferentes perspectivas a la misma historia, lo que creo que es un aspecto importante para comprender la historia de un país.”
“Esta parte del curso de historia ha sido muy reveladora. Es como las chispas en la parte superior del pastel para cada semana de clase. Une perfectamente lo que estudiamos y aprendemos a través de los materiales del curso al agregar un elemento personal y concreto a los temas que tocamos.”
“Creo que los relatos personales de primera mano hacen que un evento o una idea sea más fácil de entender y empatizar con ella. A través de la ayuda de esta actividad, el curso se siente menos distante y creo que puedo comprender mejor el material.”
“Creo que las conversaciones ayudan a ilustrar las experiencias de las personas que han vivido la historia que estamos aprendiendo. Las conversaciones nos ayudan a comprender la verdadera realidad de la época, así como los impactos de ciertos eventos en los desarrollos históricos posteriores. Por lo tanto, nos ayudan a comprender la historia en un sentido mucho más literal e impactante que el que se podría lograr aprendiendo solo a través de los materiales curriculares, y creo que son una experiencia única y valiosa que debe continuar siendo implementando y potencialmente introduciéndose en otras situaciones/clases cuando corresponda.”
¿Has aprendido algo sobre personas mayores durante estos intercambios?
“He aprendido mucho de cada conversación sobre crecer bajo el franquismo, cómo el País hizo la Transición a la democracia y cómo funciona España hoy.”
“Sí, he aprendido mucho sobre lo que realmente era vivir bajo la represión política.”
“Tienen mucha sabiduría y tienen mucho que decir sobre sus experiencias vividas. También están muy abiertos a las preguntas, y también son curiosos a aprender sobre personas jóvenes como yo.”
“Sí, sus puntos de vista me han ayudado a reconstruir el pensamiento de los españoles durante los conflictos de los que hemos hablado. Son personas muy sabias”
“Sí, muchas. Cosas que me he llevado… tienden a priorizar a su familia y es su mayor fuente de felicidad; El aprendizaje nunca desaparece realmente; Todo el mundo encuentra una manera de hacer frente a su trauma, y las formas de afrontarlo pueden diferir. Es muy importante aprender de estas personas”
“He aprendido que las personas mayores están abiertas a hablar de cosas del pasado que pueden ser más difíciles de hablar. También que quieren conocerme a mi”
“Me recuerdan que debo hablar con mis abuelos, conocer mi historia”
“Creo que a menudo las ideas de las personas mayores pueden ser ignoradas porque se las considera anticuadas o desfasadas. Sin embargo, algunas lecciones son universales y muchas de las compartidas por los co-educadores eran muy aplicables a la actualidad, a pesar del tiempo, la distancia y la diferencia cultural.”
“De las conversaciones que hemos tenido hasta ahora, he aprendido que la mayoría de las personas mayores quieren compartir sus historias (esto es probablemente especialmente cierto para nuestros coeducadores, y que les apasiona comunicar sus conocimientos y experiencias a una generación más joven para ayudarlos a comprender lo que han vivido. Además, para nuestros co-educadores específicamente, todos han sido muy amables y comprensivos con el hecho de que nosotros, como estudiantes, no somos hablantes nativos, y también se apasionan por ayudarnos a aprender y mejorar nuestras habilidades en español. Ha sido muy divertido hablar con todos ellos y conocer la historia.”
¿Hablar con estas personas te ha hecho pensar en tu propia historia?
“Definitivamente. A partir de la segunda conversación, comencé a reflexionar sobre mi propia narrativa personal y familiar. Hawái y España son países muy diferentes, pero tratar de encontrar similitudes me ha llevado a descubrir la interseccionalidad en muchos conflictos identitarios.”
“Sí, he tenido que pensar en lo valiosos que son los conocimientos de la gente.”
“Me ha hecho pensar en cómo les contaré a mis hijos y, con suerte, a mis nietos sobre la historia que viví, especialmente la pandemia.”
“Más o menos, tal vez menos sobre mi historia y más sobre mi mentalidad y puntos de vista sobre la vida…”
“He pensado mucho en cómo hay muchas perspectivas diferentes en una población sobre el mismo evento o cosa. Me ha hecho pensar en cómo mi perspectiva podría ser distinta a la de otra persona que experimentó el mismo evento.”
“Sí, esto me ha hecho pensar en la historia de mi familia y en sus experiencias al crecer en diversos entornos.”
“Creo que me hace pensar en cómo contaré la historia dentro de los Estados Unidos a las personas que conozco a lo largo de mi vida, especialmente cuando voy de viaje.”
“En su mayor parte, me ha ayudado a apreciar una historia de la que nunca había oído hablar nada, y que probablemente no habría tenido sin esta clase o esta experiencia de co-educador.”
“Sí, hablar con estas personas me ha hecho pensar en mi propia historia y en las decisiones personales que he tomado, así como en mi historia familiar, especialmente en términos de las situaciones históricas más amplias que vivieron los miembros de mi familia y cómo dieron forma a las experiencias de las generaciones que siguieron.”
¿Ha cambiado tu percepción de la gente mayor que te rodea?
“Diría que tengo muchas ganas ahora de preguntarles a mis familiares sobre su vida pasada porque sé que no sé mucho sobre su pasado.”
“Sí, de hecho, uno de los co-educadores con los que hablé me animó a pasar más tiempo con mis abuelos. Me he acercado más que en el pasado, lo cual ha sido muy especial.”
“Voy a hablar más con mis abuelos, especialmente con mi abuelo que estuvo en la guerra de Vietnam. Quiero escuchar sobre sus experiencias en la Fuerza Aérea.”
“Esta clase me impulsó a preguntarle a mi abuelo específicamente sobre el gobierno peruano. Con mucho gusto compartió su experiencia personal. Hubo una dictadura militar en Perú entre 1968 y 1980, y recuerda la protesta generalizada de universidades, trabajadores, empresas y ciudadanos cuando estaba en el último año de la escuela secundaria. Se fue a Estados Unidos en 1969 para ir a la universidad y, en ese momento, el gobierno había implementado ciertas leyes que prohibían el envío de dólares al extranjero sin el consentimiento militar. Debido a esto, solicitó un permiso de trabajo a inmigración estadounidense para poder seguir estudiando, el cual le fue concedido. Yo no conocía estos detalles sobre la política en Perú cuando él tenía más o menos mi edad, así que aprender esto me hace verlo de manera diferente.”
“Voy a prestar más atención a las historias relacionadas con eventos históricos cuando hable con gente mayor de mi entorno. Es bien importante escucharlos, podemos aprender mucho.”
“Planeo hablar con mi abuela sobre su experiencia de vivir bajo una dictadura. Nunca me he atrevido a preguntarle. Ahora veo a las personas mayores como muy sabias y tienen mucho que compartir y espero tener más conversaciones como las que hemos tenido a lo largo de este curso.”
“Estas conversaciones me han inspirado para hacerles ciertas preguntas sobre su infancia a personas mayores que me rodean y que nunca me he atrevido a hacer. Quiero aprender de ellos porque sé que tienen muchos conocimientos que me hacen falta.”
“No me he comunicado directamente con mis abuelos desde que participé en esta clase, pero los veo de manera diferente y planeo contarles sobre las experiencias que he tenido en esta clase, así como potencialmente preguntarles sobre su propio pasado.”
¿Has aprendido algo sobre ti mismo/a?
“He aprendido que mi español tiene sus fortalezas (escribir, entender) y sus debilidades (vocabulario, pronunciación). Históricamente hablando, he aprendido que los tiempos que estoy viviendo algún día serán la historia que la próxima generación aprenda, debo prestar atención a los hechos y analizarlos.”
“He aprendido que me gusta mucho hablar con la gente sobre sus perspectivas sobre la historia. Me gusta escuchar las perspectivas de otras personas sobre un tema.”
“Aprendí a tener más confianza en mis habilidades conversacionales. Ahora entiendo lo importante que es conversar.”
“Aunque soy joven, yo también he vivido momentos históricos de los que hablaremos en las generaciones futuras. He pensado mucho en lo que significa vivir un momento de la historia y en cómo se habla de ello.”
“He aprendido que me gusta hablar genuinamente con la gente. Siento que gran parte de la conversación humana consiste en charlas triviales, y estas entrevistas proporcionan una plataforma que se salta las preguntas generales y se sumerge en preguntas difíciles y personales, cómodamente.”
“He aprendido que soy capaz de discutir temas difíciles y comunicarme con una persona ideológicamente diferente a mí.”
“¡He aprendido que me encanta conversar en profundidad sobre un tema! Gracias.”
“A veces, hablar con personas que no conozco es una experiencia angustiosa para mí, especialmente en un segundo idioma. Creo que he aprendido que soy capaz de hacer cosas que me ponen nerviosa, y que por lo general la experiencia será muy beneficiosa.”
“He aprendido que realmente disfruto aprendiendo sobre Historia escuchando historias personales de las personas, y que tengo un gran interés en mejorar mi español y ampliar mi comprensión intercultural. También he aprendido que es importante conectar con personas que tienen historias muy diferentes a las tuyas.”
¿Crees que esta actividad te ha ayudado a ampliar tu aprendizaje sobre el pasado histórico español?
“Totalmente, creo que pensar en la historia a través de los documentos y de la lente de las personas que la vivieron ha sido súper beneficioso para entender críticamente cómo se hace una historia.”
“Absolutamente. Aprendí tantas cosas sobre España que nunca supe que estaban sucediendo a pesar de que estudié un trimestre en España.”
“Sí, definitivamente. Creo que es muy importante hablar entre generaciones y países porque creo que todos hemos aprendido unos de otros. También me encanta cómo los co-educadores me hacen preguntas, realmente aprecio la curiosidad genuina sobre mi vida, mis pasatiempos, mis clases, etc.”
“Sí, no tenía ningún conocimiento sobre la dictadura española antes de esta clase y ahora me siento más informada sobre el tema. Entiendo ahora eso de que hay que pensar críticamente sobre cualquier pasado histórico.”
“Absolutamente sí, cuando estudio un tema o evento ahora también tengo anécdotas de varias personas que experimentaron el evento o tema de primera mano. Es importante sumar testimonios para completar la foto.”
“Esta actividad definitivamente me ha ayudado a ampliar mi aprendizaje histórico y crítico, creo que esta es una parte crucial del curso.”
“Creo que esta es una gran oportunidad para aprender Historia de una manera totalmente diferente a otras clases de historia. Los co-educadores son profes geniales.”
“Creo que esta experiencia fue de gran ayuda para el curso. Añadía una profundidad al aprendizaje histórico que habría faltado sin las conversaciones.”
“Sí, creo que esta actividad me ha ayudado a ampliar mi aprendizaje histórico, ya que me ha ayudado a contextualizar y comprender las experiencias reales vividas por las personas durante y después de los eventos históricos que estamos aprendiendo, y al hacerlo profundizó mi comprensión, haciéndola más realista y también más memorable.”
¿Les quieres decir algo a las co-educadoras?
“Gracias por dedicarnos tiempo cada viernes. Me ha conmovido la generosidad.”
“Gracias por hacer el material tan relevante.”
“Gracias, esta clase no sería lo mismo sin estas conversaciones. Mucho de lo que he aprendido es de estas personas.”
“Gracias por traer el aspecto de la conexión humana.”
“Muchas gracias. Estas conversaciones me parecen muy informativas, desde el análisis de las palabras que dicen y cómo las dicen; tener conversaciones también agrega un elemento de realidad humana. Ustedes han sido muy generosos”
“Gracias por agregar detalles personales, anécdotas y profundidad a los eventos históricos que me ayudan a comprender mejor el tiempo y el clima del país. Sin ustedes la clase no hubiera sido igual.”
“Muchas gracias porque creo que gran parte de mi aprendizaje se realizó a través del trabajo que hacemos en estas conversaciones.”
“Gracias por el tiempo y la dedicación. No creo que aprendería de la misma manera sin estas conversaciones. Como hablamos en clase, a menudo las clases de historia se centran mucho en las fechas y los hechos. Estas conversaciones añaden una dimensión personal que le dan significado profundo a lo que aprendemos”.
“Gracias por ser tan generosos. No creo que aprendería de la misma manera sin estas conversaciones, porque no solo sirven para contextualizar la historia que estamos aprendiendo y hacerla más memorable, sino que participar en estas conversaciones también me impulsa a tratar de comprender realmente la historia de las personas. Es importante escuchar los testimonios”
“Todos ustedes son los mejores.”
“¡Realmente lo apreciamos y valoramos sus perspectivas! Gracias por ser abiertos y vulnerables al hablar con nosotros sobre estas cosas.”
“¡Son maravillosas y me ha encantado el proyecto!”
“Gracias por ayudarnos a educarnos. Estaré eternamente agradecida.”
“He disfrutado mucho y me he llevado algo de todas y cada una de las conversaciones.”
“Gracias por estar abiertos a estas conversaciones y por educarnos.”
“¡Que es tan encantador hablar con ellos y aprender de ellos! ¡Realmente aprecio que estén dispuestos a compartir lo que hacen con nosotros!”
“¡Muchas gracias por compartir sus historias con nosotros y ser amables con nosotros mientras participamos en estas conversaciones como hablantes no-nativos y como estudiantes con otras responsabilidades que a veces pueden afectar nuestras conversaciones!